Imegen refuerza su liderazgo en diagnóstico genético con la adquisición de Genetaq

25/09/2018

La compra se suma a una inversión anual en I+D de la empresa valenciana que ha llegado a suponer el 100% de los beneficios de la compañía.

Dos firmas españolas con décadas de trayectoria en el campo de la Genética, Imegen, instalada en el Parc Científic de la Universitat de València, y Genetaq, ubicada en Málaga, aúnan fuerzas para liderar un mercado en plena progresión. "La adquisición nos permitirá aunar esfuerzos y talento para crecer más rápido y seguir siendo una empresa líder en Europa”, ha asegurado Ángela Pérez, CEO de Imegen.

Tanto Imegen como Genetaq son empresas fundadas por científicos de reconocido prestigio con más de 20 años de experiencia en genética y genómica. Su objetivo ahora es impulsar un nuevo concepto de servicios integrados basados en el conocimiento y la gestión de datos genómicos.

Décadas de análisis genéticos

Ángela Pérez ha recordado que el diagnóstico genético empezó a emplearse en España en los años 2003 y 2004, y que en la actualidad se comienza a aplicar en el tratamiento y seguimiento de pacientes oncológicos. El punto de partida fue, como recuerda Juan López Siles, director científico de Genetaq, el final del proyecto Genoma Humano, que cambió radicalmente el diagnóstico molecular de las enfermedades genéticas: “Con la secuenciación completa en 2016, se produjo una auténtica revolución en la práctica clínica, pero aún tenemos la tarea de interpretar toda la información obtenida de los secuenciadores”.

Por lo que respecta a mercados, un 26% de los diagnósticos genéticos que llevan a cabo los especialistas de Imegen en sus laboratorios ubicados en el Parc Científic se comercializan en el extranjero, principalmente en Europa y Latinoamérica. Son precisamente los mismos mercados destacados para Genetaq, que en este caso representan el 15% de su actividad.

Apuesta por la I+D y la formación

Imegen invierte anualmente entre un 0.7 y 1 millón de euros en I+D relacionado con el diagnóstico genético, una tasa que ha llegado a suponer el 100% de los beneficios de la compañía. El 91% de su plantilla la integran profesionales de alta cualificación (licenciados o doctores) y el 70% en el caso de Genetaq.

Otro aspecto crucial en las trayectorias de los dos especialistas en diagnóstico genético es la apuesta por la formación. Al respecto, Ángela Pérez ha indicado que “desde hace años, parte de nuestra misión como empresa consiste en proveer a los profesionales médicos de conocimientos en esta disciplina que evoluciona tan rápido. Recientemente hemos lanzado la plataforma formativa Learning Genomics que es como un Netflix de la genómica dirigido a la formación de los profesionales médicos en esta disciplina que avanza tan rápido. Se trata de un espacio multimedia colaborativo para profesionales de la medicina donde podrán estar al día de las últimas tecnologías, compartir casos clínicos, etcétera”.

A ello, Juan López Siles ha añadido el valor de la formación en bioinformática: “De evolución continua, esta disciplina cuenta con muy pocos profesionales altamente cualificados. En Genetaq apostamos hace cinco años por la creación de un equipo sólido que también ha desempeñado una importante labor de divulgación a través de nuestro blog de Bioinformática para no iniciados que hace más accesible esta disciplina a los especialistas en genética médica”.

La formación por la que Imegen y Genetaq apuestan pretende adelantarse a la "mayor democratización de los análisis genéticos que llegará en los próximos años", sostiene Ángela Pérez: “Los análisis genéticos serán cada día más útiles para mejorar la calidad de vida de las personas y juntos tenemos la misión de trasladar a los profesionales médicos y a la sociedad las ventajas que les aportan esta tecnología y descartar también algún mito generado por empresas que no utilizan estas herramientas con fines clínicos”.

A su vez, el director científico de Genetaq, considera que el análisis de la secuenciación completa del genoma, que va a ser una realidad en poco tiempo, supondrá una revolución no solo científica, sino también desde el punto de vista social. “Este tipo de pruebas requerirá un minucioso análisis bioinformático pero, sobre todo, una interpretación certera, basada en la experiencia y el conocimiento”, ha insistido.