De acuerdo con el Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) de la AVI, la jornada responde a la necesidad de innovación en una agricultura ecológica y sostenible, así como el desarrollo de productos cuya aplicación aporte soluciones de diversa índole.
La biotecnología es un sector que se encuentra en un momento de crecimiento. En la Comunitat Valenciana el aumento de la suma de las operaciones en este campo se ha disparado en los últimos años, más concretamente en ámbitos como la Agroalimentación o la Salud. Esta situación, generó la necesidad de analizar el contexto actual de la región más en profundidad a través de la jornada Innovación en Biotecnología: Retos y oportunidades, que se celebró el pasado 19 de diciembre en el auditorio Marie Curie del del Parc Científic de la Universitat de València (PCUV) dentro del programa de innovación abierta Innotransfer, que cuenta con el apoyo de la Agència Valenciana de la Innovación (AVI).
En esta línea, Fernando Mª Zárraga, gerente de la Fundació Parc Científic de la Universitat de València (FPCUV), ofreció un discurso de bienvenida en el que destacó que la Biotecnología "ha emergido en el mundo contemporáneo como una fuerza transformadora impulsando avances muy importantes en medicina y salud, en agricultura y en la industria agroalimentaria". "Al tratarse de una disciplina que combina biología, química, ingeniería y algunas otras ramas científicas, es una materia que está en constante evolución", resaltó.
Además, el gerente de la FPCUV incidió que "el sector de la biotecnología es un campo estratégico para nuestro desarrollo económico, ya que se trata de un sector en crecimiento, tanto por sus volúmenes de facturación como por su alto potencial de innovación y de generación de valor añadido, y lo que es más importante, de empleo de calidad", por lo que añadió, según datos del Cluster Bioval, "las inversiones en biotecnología en la Comunitat Valenciana en el último año han superado los 250 millones de euros, de los cuales, el 70% corresponde a inversión privada, y el 30% a inversión pública". "Con respecto a los ejercicios anteriores, en concreto al año 2022, en el caso de la Medicina y la Salud se destinó una inversión de 125 millones de euros, un amento del 50%", puso como ejemplo Zárraga.
Olivia Estrella, secretaría General de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI), durante la jornada Innotransfer. Foto: FPCUV
En la bienvenida de la jornada, Olivia Estrella, secretaría General de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI), hizo hincapié en el apoyo de la AVI a este sector estratégico durante estos últimos años, y es que según explicó hasta el momento han financiado proyectos en este campo por un importe de aproximadamente 26 millones de euros "en sectores muy variados, no solamente en agroalimentación o en salud, sino también vinculados a la economía circular".
Asimismo, destacó la figura de los agentes de innovación, que "son aquellas personas que en el marco de una asociación empresarial o de un instituto tecnológico están en contacto con las empresas o con los grupos de investigación, en función de su origen". Indicó que es así, "para asegurarse que realmente están atentos a lo que está ocurriendo en el mercado junto con lo que está sucediendo en las universidades y los institutos tecnológicos". Por otro lado, "un paso más allá y vinculado a los grupos de investigación que tienen una mayor trayectoria en transferencia, se ayuda a crear con la financiación de la AVI, unidades científicas de innovación empresarial". "Animo a que os aprovechéis de esta sesión para formalizar acuerdos o sellar alianzas tan necesarias para responder entre todos juntos a las crecientes oportunidades de Innovación que está abriendo la Biotecnología", concluyó Estrella.
"Animo a que os aprovechéis de esta sesión para formalizar acuerdos o sellar alianzas tan necesarias para responder entre todos juntos a las crecientes oportunidades de Innovación que está abriendo la Biotecnología", Olivia Estrella, secretaría General de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI)
Biotecnología agroalimentaria
La biotecnología aplicada a campos como a la agroalimentación se centra en la utilización, modificación o creación de sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para obtener alimentos más saludables, nutritivos y resistentes a plagas e insecticidas. En este contexto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se muestra receptiva al uso de la biotecnología en este campo para cubrir las necesidades de una población mundial cada vez más urbanizada y en crecimiento continuo, pero también existen voces contrarias a estas modificaciones.
Así, Agustí Aranda, investigador en el iYeastBiotech del Instituto de Biología Integrativa de sistemas (I2SysBio), expuso que desde su grupo centraron su investigación en "los fundamentos básicos de la respuesta estrés de las levaduras a los nutrientes", y añadió que hallaron "una serie de genes que pueden influir en la cantidad de alcohol de la fermentación vínica, que lleva a cabo la levadura principalmente". "En la actualidad, con el cambio climático y el aumento de temperaturas, la uva madura demasiado y tiene mucho azúcar, y eso lleva a que haya mucho alcohol, por lo que reducirlo es muy importante", apuntó, a la vez que resaltó que "a través de una serie de procesos de evolución de las levaduras obtuvimos mutantes que eran capaces de bajar el etanol sin afectar al ácido". Asimismo, advirtió de la dificultad para introducir estos "mutantes espontáneos" en una industria que califica como "muy tradicional". "Si ya es complicado hablar de transgénicos en otros campos, en una industria como el vino todavía más", concluyó Aranda.
En este sentido, continuando desde el ámbito de la investigación, Joan Ferré, catedrático de Genética de la Universitat de València, lamentó el hecho de que "una tecnología que tenemos a la mano y que usamos para muchas cosas día a día en los laboratorios, no esté permitido transferirla". Pese a ello, Ferré alertó que "Europa está importando transgénicos, pero está prohibiendo su cultivo, y en cambio Asia, Australia, Norte América y Sud América los están cultivando", además se preguntó que "si tan malos son por qué los estamos importando", a lo que respondió que "lo hacemos porque si no, no tendríamos pienso para la ganadería". Además, destacó que "dentro de la protección vegetal, no he visto ese afán de las empresas por contactarnos", y en una colaboración que realizaron con una empresa, "noté que me faltaba el puente intermedio de para transferir de forma correcta".
"Europa está importando transgénicos, pero está prohibiendo su cultivo, y en cambio Asia, Australia, Norte América y Sud América los están cultivando", Joan Ferré, catedrático de Genética de la Universitat de València
Magdalena Cervera, directora del laboratorio I+D de GCM Citrus S.L., hizo hincapié en su interés como laboratorio de mejora biotecnológica, "en los desarrollos con plantas transgénicas y en lo que nos pueden ofrecer en cuanto a conocimientos, y la posibilidad de que pudiera haber algún desarrollo que se pudiera utilizar en Estados Unidos o en otro punto donde estén reguladas". "Uno de los objetivos que tenemos en el laboratorio es utilizar la edición genómica mediante CRISPR/Cas, pero el problema es que en cítricos es muy complicada la mejora genética", debido a los procesos tan lentos de crecimiento, explicó Cervera. "Hay muchas más empresas que están invirtiendo en I+D y en temas tan complicados como la mejora genética en plantas. Las compañías están ahí y tienen ganas de invertir, de que haya nuevos desarrollos, de ser competitivas y sostenibles", resaltó.
Por otro lado, la labor de Ana Fuentes, investigadora FoodUPV, se centra en vegetales fermentados. Principalmente, en el instituto donde trabaja se dedican a la aplicación de bioconservantes, por lo que están muy ligados a las tendencias que hay en el mercado. "Trabajamos con empresas que nos vienen con problemas en concreto y hay que darles una solución", añade Fuentes. Como ejemplo, la investigadora FoodUPV, apuntó a la conservación de productos fermentados a través de las bacterias lácticas, de hecho, añadió que "nosotros ya no vamos solo al desarrollo del agente bioconservante como una bacteriocina o la bacteria propiamente dicha, sino que no puedo olvidar la combinación que hay entre el alimento y el microorganismo". "Desde el punto de vista de la industria agroalimentaria los márgenes de beneficio son muy limitados. Yo creo que son una buena estrategia las fuentes de financiación pública que están a la mano de muchas empresas y también acercan mucho lo que es la universidad y la industria", cerró Fuentes.
Finalmente, Amparo de Benito, responsable de proyectos de Microbiología AINIA, destacó cinco retos planteados desde el centro tecnológico donde desempeña su labor: alimentos de futuro, salud y seguridad alimentaria, la transformación digital y la transformación verde. De hecho, señaló que "prácticamente podemos aplicar la biotecnología en cada uno de estos retos, porque podemos aprovechar ese tipo de tecnologías para mejorar procesos biotecnológicos". "Nos damos cuenta que la biotecnología es tan horizontal que nos permite actuar en todas las áreas de trabajo", añadió. En esta línea, de Benito, puso el acento en los alimentos de futuro, y según explicó, "estamos desarrollando aditivos biobasados, ya que cada vez hay más presión por sustituir los aditivos de síntesis por aditivos naturales, pero en España y en Europa, nos topamos con el aspecto legal".
"Desde el punto de vista de la industria agroalimentaria los márgenes de beneficio son muy limitados. Yo creo que son una buena estrategia las fuentes de financiación pública, que están a la mano de muchas empresas y también acercan mucho lo que es la universidad y la industria", Ana Fuentes, investigadora FoodUPV
Biotecnología y salud
En cuanto a la Biotecnología más aplicada a la salud, representantes como Salvador Gil, investigador del Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM), puso sobre la mesa las limitaciones existentes en el sector, y según apuntó "cuando entras en regulatoria empiezan los problemas". De hecho, explicó dos ejemplos, en los que trabajan y podrían existir dificultades a la hora de ser comercializadas. En este sentido, David González, CEO Dermaclaim, destacó que "encontramos muchas más limitaciones en nuestra mente que las que realmente ocurren", aunque advirtió que desde su empresa de servicios, "hay más facilidad de salir al mercado y no se necesita un desarrollo mucho más complejo con más requerimiento de dinero y tiempo". "El que no quiere asumir el riesgo es mejor que no se dedique a desarrollar", advirtió.
Antonio Ferrer, director Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE), alertó que "a veces las limitaciones vienen de fuera", aunque explicó que en su opinión existe una gran limitación, que es "la formación de los investigadores", y es que según resaltó, "los investigadores estamos formados para investigar muy bien, pero no estamos formados para emprender. Esto es algo que habría que fomentar mucho más". "Afortunadamente, los agentes de innovación y las UCIES han venido para quedarse en los institutos de investigación, en los centros y en los departamentos. Creo que este ha sido un cambio importante, porque desgraciadamente las OTRIs han sido colapsadas con multitud de otras tareas y sobre todo con una complicación y un enredo administrativo cada vez mayor a la hora de gestionar y justificar proyectos que les ha impedido realmente dedicarse a lo que es la transferencia de la tecnología y resultados de investigación hacia la sociedad", apostilló Ferrer.
Desde el punto de vista de Javier Burgos, director de Biotransfer UJI, la financiación se erige como uno de los aspectos más limitantes, y es que pese que es "una problemática transversal en ciencia, en el ámbito de la salud lo es todavía más". "Según datos de FarmaIndustria la media de desarrollo de un fármaco es de 2.500 millones de euros, una cantidad muy elevada, teniendo en cuenta los presupuestos I+D anuales en este país", lamentó, a la vez que completó que "estamos en un sistema en el que necesitamos mucha financiación". Asimismo, apuntó que "hay pocas empresas suficientemente tractoras como para desarrollar bien las investigaciones que hacemos, ya que la mayoría de empresas de este país son Pyme, y esto es un problema, porque este tipo de compañías, lo primero que tiene que hacer es pensar cómo paga las nóminas y por tanto los desarrollos de I+D van después".
Al hilo de lo comentado por Burgos, Rubén Artero, co-fundador de ARTHEx Biotech S.L., defendió que "la empresa debe tener un modelo de negocio que puede recibir alguna subvención, pero tampoco puede aspirar a vivir de ellas". En este sentido, Artero recalcó que a la hora de emprender y lanzar una empresa, "una de las cosas más fundamentales es tener claro ese modelo de negocio y que sea una buena idea, porque si no, se pueden crear empresas que a lo mejor no son las adecuadas". Además, añadió "un limitante más a la hora de crear empresas, que es encontrar emprendedores", y es que "es muy difícil encontrar personas que se pongan al frente de una empresa. Esta es una de las cosas más limitantes para los laboratorios académicos, porque lo que tienes son predocs y postdocs, y solo excepcionalmente a alguno le puede interesar esto".
"Los investigadores estamos formados para investigar muy bien, pero no estamos formados para emprender. Esto es algo que habría que fomentar mucho más", Antonio Ferrer, director Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE)
Más transferencia
Damià Tormo, cofundador Columbus Venture Partners, puso el punto final a la última jornada Innotransfer de 2023. Durante su intervención profundizó en los retos y oportunidades de empresas que han apoyado. Además, puso el acento en que "en España se genera mucha ciencia de mucha calidad que tiene un valor muy grande, y a veces, esa ciencia que se hace aquí, si estuviera en el MIT o en Harvard, realmente se la estarían rifando. Lo que pasa es que, simplemente, a veces no sabemos transmitirla o darle el valor que se merece". Este hecho, destacó Tormo, que "genera una gran oportunidad, porque no transferimos suficiente", pese a "todo la ciencia que generamos y todos los proyectos de calidad que hay, no llegamos a transferir tantas patentes como deberíamos". "Al final toda esa ciencia tiene valor si la ponemos al uso también de la sociedad, y eso es lo que vemos importante, que todo lo que se está investigando tenga un impacto y que llegue como servicios productos a mejorar la vida de los pacientes", resaltó.
En la Comunitat Valenciana, Tormo destacó el caso de ARTHEx Biotech, empresa ubicada en el Parc Científic. "Esta es una de las cosas más emocionantes que hemos visto desde Columbus. Creemos que va a ser un gran éxito, porque al final hay un problema para los pacientes con distrofia muscular 1, y la tecnología de ARTHEx va a permitir que esos pacientes se puedan tratar con algo que sea muchísimo más seguro de lo que se está desarrollando ahora mismo. Para mi es un caso de éxito de ciencia que viene", concluyó.
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