Esta investigación se enmarca en la Iniciativa Catalana per a l’Earth Biogenome Project (CBP), una rama regional del proyecto Earth BioGenome Project (EBP), que busca secuenciar y catalogar los genomas de todas las especies eucariotas conocidas. En concreto, el CBP pretende secuenciar los genomas de más de 40.000 especies que habitan en territorios de habla catalana.
En el estudio publicado se evaluaron 24 combinaciones de conservación y extracción de ADN en un ejemplar del nudibranquio Peltodoris atromaculata. Como los nudibranquios suelen recolectarse en lugares remotos, es necesario aplicar métodos de conservación que pueden afectar a la calidad del ADN, dificultando así la obtención del material requerido por las técnicas de secuenciación de lectura larga, aquellas que permiten generar ensamblajes de lecturas muy precisos y continuos, fundamentales para el estudio de la arquitectura genómica y la resolución de regiones complejas del genoma.
“Los resultados indican que el éxito de las extracciones de ADN de alto peso molecular está influido por los métodos de conservación. El estudio aporta resultados clave al identificar combinaciones eficaces de conservación y extracción de ADN, lo que permitirá generar genomas de referencia de alta calidad y contribuir al conocimiento y aprovechamiento sostenible de la biodiversidad marina”, Mária Džunková, investigadora del I2SysBio
“Los resultados indican que el éxito de las extracciones de ADN de alto peso molecular está influido por los métodos de conservación”, explica Mária Džunková, quien apunta que el estudio aporta resultados clave al identificar combinaciones eficaces de conservación y extracción de ADN, “lo que permitirá generar genomas de referencia de alta calidad y contribuir al conocimiento y aprovechamiento sostenible de la biodiversidad marina”.
Actualmente, aunque solo se ha secuenciado el genoma del 1 % de las 2.545 especies de nudibranquios conocidas, existe un creciente interés en este grupo por su extraordinaria diversidad biológica y sus complejos mecanismos de defensa química, con potencial en biotecnología y farmacología.
En esta investigación también han participado Inés Alberola-Mora, Oleanna Guerra-Font y Omar Daniel Espinoza-Calderón, personal investigador del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio), ubicado en el área científico-académica del Parc Científic de la Universitat de València (PCUV), además de centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat de València (UV). Asimismo, ha participado Carles Galià-Camps, de la Universitat de Barcelona, el Institut de Recerca de la Biodiversitat (IRBo) y del Blanes Centre for Advanced Studies (CSIC). En la investigación han colaborado económicamente el Institut d’Estudis Catalans, la Generalitat Valenciana y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Fuente: UV Noticias
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