El Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), ubicado en el Parc Científic de la Universitat de València, acogió ayer jueves la Pitch Competition, la fase final del EBTon CSIC Valencia (Hackathon), una iniciativa que busca impulsar el espíritu emprendedor y fomentar la transferencia del conocimiento mediante la creación de Empresas de Base Tecnológica (EBT). A este proceso se presentaron un total de 21 equipos con personal investigador del CSIC de todas las áreas de conocimiento y de todo el país, nueve de estas propuestas llegaron a la final que se celebró ayer. Y cuatro han sido los proyectos ganadores de esta edición: Neurodiscovery (Instituto de Química Médica), 4D-Farms (Instituto de Agricultura Sostenible), QS4Dx (Instituto Química Avanzada de Cataluña) y Tarmemet (Centro de Biología Molecular Severo Ochoa).
La iniciativa se enmarca dentro de Converge, el hub de innovación abierta que CSIC creó el pasado año como un espacio de encuentro entre personal investigador, empresas y agentes sociales. En este contexto, el Programa CSIC-EBTon se puso en marcha con el propósito de identificar y apoyar soluciones tecnológicas basadas en resultados de investigación, y facilitar así la creación de spin-offs del CSIC. Los cuatro proyectos ganadores recibirán 20.000 euros cada uno, así como el acompañamiento y ayuda necesaria para poner en marcha y desarrollar su idea de negocio.
Según explica Ana Castro, vicepresidenta adjunta de Transferencia de Conocimiento del CSIC, “el organismo está dando un importante impulso a todo lo relacionado con la transferencia del conocimiento y la innovación, y prueba de ello es la organización de este hackathon, que se engloba en Converge, el hub de innovación del CSIC. Se trata de una iniciativa tremendamente estimulante para el personal científico porque lo que busca es despertar su interés alrededor de sus propias líneas de investigación y hacerle ver el potencial de esas ideas como posibles proyectos empresariales. Intenta dinamizar el ecosistema del CSIC y persigue poner en valor la ciencia y la innovación que se hace dentro del CSIC”.
Proyectos ganadores
El proyecto Neurodiscovery: for frontotemporal dementia fue presentado por Rafael León, científico del Instituto de Química Médica (IQM-CSIC). Se trata de un fármaco ya patentado, pequeño e innovador con potencial para tratar la demencia frontotemporal y otras enfermedades neurodegenerativas, para las que actualmente no existen tratamientos curativos. Según explica el investigador, “hemos identificado la molécula ND523 como un potencial medicamento para el tratamiento de la demencia frontotemporal (FTD) y otras taupatías relacionadas. Su mecanismo de acción se basa en la inducción del factor de transcripción NRF2 (erythroid 2-related factor 2), lo que desencadena la activación de una amplia gama de genes citoprotectores, antioxidantes y antiinflamatorios”.
El proyecto 4D-Farms: nuevos sensores y algoritmos para mejorar la productividad de los cultivos de leñosos fue presentado por José Antonio Jiménez Berni, investigador del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC). Consiste en un sistema de mapeo de cultivos de alta precisión, que gracias a una serie de sensores permite aumentar la productividad de los cultivos. “Hemos desarrollado una serie de instrumentos y metodologías basadas en sensores LiDAR (los que se usan en los vehículos autónomos) que podrían suponer una revolución en la agricultura, ya que su coste y operatividad mejora los resultados de otras tecnologías como los drones o satélites. Su uso permite optimizar el consumo de agua de riego, incrementado la productividad hasta un 20%”, expone el investigador.
La iniciativa QS4Dx: Kit de diagnóstico de infecciones causadas por Pseudomonas aeruginosa fue presentada por Carla Ferrero, investigadora del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC-CSIC). El proyecto es un prototipo que posibilita detectar en 10 minutos infecciones bacterianas y, de esta manera, obtener un diagnóstico del paciente más rápido y preciso. A juicio de la científica, “la implantación generalizada de este sistema resolvería los déficits de diagnóstico en cuanto a tiempo de respuesta y prescripción de antibióticos, en ocasiones innecesaria. Y redundaría en una mejora de la calidad de vida del paciente y una reducción del coste sanitario”.
La estrategia terapéutica contra el cáncer de ovario Tarmemet que presentó Manuel López Cabrera, investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM – CSIC), está basada en un conjugado anticuerpo-fármaco (ADC) que ataca específicamente las células del microambiente tumoral que alimenta el tumor. “Nuestro equipo ofrece una estrategia terapéutica única y novedosa, con aplicación en el sector de la oncología de precisión, al atacar las células del nicho tumoral, que son las que promueven el crecimiento del tumor secundario durante la metástasis en pacientes con cáncer de ovario”, remarca el científico del CBM-CSIC.
El jurado estaba compuesto por Ana Carrau, CEO de The Impact Project y miembro de WA4STEAM; Daniel Ramón, distiguished Research Fellowship Microbiome ADM; Jaime Esteban, Venture Capital Manager de Redit Ventures; Reyes San Segundo, gestora del Área de Programas Europeos y Transferencia Tecnológica en Madrid+d, y Werner Zippold, partner de Stratfields.