Durante este mes de octubre, la mayor liberación de tortugas se ha realizado en Denia, con 30 ejemplares. En Almassora se han devuelto al mar 22 tortugas. En Santa Pola fueron 17 y en Elche, 9. Este jueves se liberarán dos más en Gandia. Los animales que ahora son devueltos a las playas fueron rescatados de nidos puestos el año anterior.
La costa valenciana no era su lugar habitual de cría, pero el cambio climático facilita su supervivencia en nuestras playas. Se trata de una especie amenaza con baja esperanza de vida: se estima que solo llegarán a adultas una o dos de cada mil. Aunque una madre deposita unos 300 huevos por temporada en las playas, no todos van a sobrevivir, por lo que es necesario tomar medidas para su protección.
Tras los nueve nidos detectados, estudiados y protegidos en 2023 en la Comunitat Valenciana, la Unidad de Zoología Marina (UZM) del Instituto Cavanilles de la Universitat de València (ICBiBE), ubicado en el Parc Científic de la Universitat de València, ha detectado, estudiado y protegido ocho nuevos nidos en 2024. Además, se detectó un neonato muerto en una playa de Sueca, que se está estudiando para ver si pertenece al nido de Valencia o si se trata de un noveno nido, y una tortuga observada en años anteriores que visita casi cada año las playas de Torrevieja y Orihuela intentando anidar sin éxito, posiblemente por alguna deficiencia propia.
La anidación de esta especie ha experimentado en 2024 un descenso respecto a 2023, con solo 12 nidos detectados hasta la fecha en todo el litoral mediterráneo. Lo sorprendente de la temporada de 2024 es que ocho de estos 12 nidos han sido localizados en la Comunitat Valenciana.
Algunos de estos eventos de anidación han sido comunicados por particulares a través de llamadas al 112, según el protocolo vigente; pero otros han sido comunicados directamente a la UZM por servicios de protección del medio ambiente y de servicios de limpieza de playas de los ayuntamientos, que se han volcado en ayudar en la protección de esta especie. Esta colaboración se ha conseguido gracias a las campañas de sensibilización. Además, este año el equipo de la Universitat ha realizado patrullajes nocturnos de playas, que han permitido encontrar a dos de las tortugas nidificantes en pleno acto de puesta.
La anidación de esta especie ha experimentado en 2024 un descenso respecto a 2023, con solo 12 nidos detectados hasta la fecha en todo el litoral mediterráneo. Lo sorprendente de la temporada de 2024 es que ocho de estos 12 nidos han sido localizados en la Comunitat Valenciana
La coordinación efectiva por parte de la Universitat de València de la Red de Varamientos de la Comunitat de Valenciana ha sido esencial para detectar y atender todos los nidos de la costa valenciana. Una vez recibido el aviso, junto al equipo de la Universitat de València, especialistas y técnicos de diferentes instituciones (Universitat Politècnica de València, Fundació Oceanogràfic y ONG Xaloc) han acudido al lugar de las nidificaciones para estudiar a los ejemplares nidificantes y proteger, en su caso, los nidos. Además, el equipo de la UZM ha colaborado con el de la Politècnica en la colocación de tres transmisores satelitales en tres de las hembras nidificantes para su seguimiento remoto tras realizar sus puestas.
El cuidado de los nidos ha sido un esfuerzo conjunto entre diversas entidades, siendo un ejemplo de colaboración entre los sectores público y privado. Junto a las entidades anteriormente mencionadas, Territorio Natura-Torrevieja, Ecologistas en Acción-Elche, el Parador de El Saler, la Fundación Biodiversidad y los ayuntamientos de Dénia, Elche y Torrevieja han desempeñado roles fundamentales en la gestión de los nidos. Otros ayuntamientos, como el de Guardamar del Segura y el de Benidorm, han mostrado su apoyo esta nueva temporada.
El Ayuntamiento de Dénia aprovechó la liberación de 30 tortugas, el día 5 de octubre, para otorgar un reconocimiento al profesor de la Universitat de València Jesús Tomás.
Cada nido descubierto puede albergar de 60 a 130 huevos, de los que suelen eclosionar el 75%. El protocolo dicta que la mayoría se mantengan en la playa. "Se deja que salgan al mar para respetar los procesos naturales", dice Tomás. Pero hay un 20-25% de los huevos, que acaban en las instalaciones del Oceanogràfic, donde pasan unos meses antes de su devolución al mar.
Los datos recopilados durante este año serán analizados por los especialistas del proyecto Varacomval, en colaboración con otras instituciones. Este proyecto, iniciativa de la unidad de Zoología Marina de la Universitat de València, y liderado por el profesor Juan A. Raga, cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia NextGenerationEU, y está contribuyendo de manera eficiente a la mejora de los planes y estrategias de conservación para la tortuga boba en nuestras costas.