Licenciado en Física por la Universitat de València, con estudios de posgrado en la Universidad de California (EEUU) y un doctorado en la Universidad de Delft (Holanda), Pablo Jarillo-Herrero (Mislata-Valencia, 1976) mantuvo estrecha relación con el Instituto de Física Corpuscular (UV-CSIC) y con el Instituto de Ciencia Molecular (ICMol) de la institución académica. Actualmente es profesor de física en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Su trabajo se centra en la física experimental de la materia condensada, particularmente en el transporte electrónico cuántico y la optoelectrónica en materiales bidimensionales como el grafeno.
La Real Sociedad Española de Física y la Fundación BBVA acaban de otorgarle, en su edición de 2020, el más destacado galardón entre los premios que ambas instituciones conceden anualmente –la Medalla de la RSEF–, por la relevancia e impacto de sus trabajos seminales en la física de los materiales bidimensionales con propiedades electrónicas y magnéticas de interés, según el jurado de los Premios. “El descubrimiento de la superconductividad en bicapas de grafeno rotadas ha sido uno de los hitos más importantes de la física de la materia condensada en los últimos años. Sus contribuciones pioneras han posibilitado la comprensión de las propiedades topológicas, magnéticas y superconductoras de los materiales bidimensionales y el desarrollo de dispositivos electrónicos”, dice la resolución.
Jarillo cuenta con premios como el Presidential Early Career Award for Scientists and Engineers, otorgado por el presidente de los Estados Unidos de América; el ONR Young Investigator Award, que concede la Universidad de Hardvard; el Oliver E. Buckley, otorgado por la Sociedad Americana de Física y el Premio Wolf en Física, considerado la antesala del Premio Nobel en dicha materia.
Jarillo-Herrero ya recibió en 2006 el Premio a Investigadores Noveles de la RSEF, entidad que ahora le distingue con su Medalla en reconocimiento a una carrera científica brillante que tiene como hito haber demostrado que el grafeno –material prodigioso destinado a revolucionar a la industria, formado por una capa de átomos de carbono– puede hacerse superconductor cuando dos capas de este material se encuentran giradas en un cierto ángulo mágico. Dicha observación abre la puerta a revolucionar la transmisión de energía y el campo de la física de la materia condensada.
Se trata del segundo año consecutivo en que la Medalla de la RSEF se destina a investigadores en el campo de los materiales bidimensionales. En la pasada edición 2019, el reconocimiento recayó sobre el científico de la Universitat de València Eugenio Coronado, catedrático de Química Inorgánica y director del ICMol, que desarrolla la mayor parte de su labor investigadora en la frontera entre la física, la química y la ciencia de los materiales. Pablo Jarillo mantiene en la actualidad una estrecha colaboración con este instituto de investigación que centra una de sus líneas estratégicas en los materiales bidimensionales y que, en la actualidad, cuenta con tres científicos financiados por el ERC para la investigación en dicho campo.
La RSEF y la FBBVA reconocen con estos premios la creatividad, el esfuerzo y el logro en el campo de la física a los profesionales que desarrollan su labor tanto en la investigación como en los ámbitos de la enseñanza media y la universitaria, la innovación, la tecnología y la divulgación.
Mejor Artículo de Divulgación
Por otra parte, el Premio al Mejor Artículo de Divulgación de esta misma convocatoria ha recaído sobre la publicación de los investigadores del Observatori Astronòmic de la Universitat de València Iván Martí-Vidal y Eduardo Ros. “Event Horizon Telescope: fotografiando las fronteras del Universo”, como se titula el artículo, fue publicado en la Revista Española de Física, Vol. 33, nº. 3, julio-septiembre 2019. El Jurado ha resaltado “la claridad y el entusiasmo en la exposición de un tema complejo, pero de gran actualidad: la obtención de la primera imagen de la sombra de un agujero negro. Este fascinante resultado se presenta con amenidad, pero sin descuidar el rigor científico, cubriendo los aspectos históricos, tecnológicos y científicos, y resaltando las contribuciones españolas a su logro”.