La aparición y la madurez de las nuevas tecnologías y el progreso digital han supuesto una gran revolución en las empresas al permitir obtener grandes beneficios como la eficiencia operativa, el análisis de datos y la toma de decisiones, el acceso a nuevos mercados, o la relación con sus clientes. Todo a través de la transformación digital, un proceso que debe formar parte del corazón de la estrategia de cualquier organización, con visión a largo plazo, centrada en el cliente y teniendo los datos y la tecnología como generadores de valor en los aspectos clave de su modelo de negocio.
El Informe de la Transformación Digital en el sector de la Biotecnología en la Comunitat Valenciana, elaborado por la empresa especializada en la implantación de soluciones integrales de tecnología, Nunsys, bajo la coordinación de la Fundació Parc Científic de la Universitat de València, analiza la situación general de la transformación digital en el sector de la biotecnología, atendiendo al sector salud y agroalimentario valenciano para proponer, a partir de un diagnóstico de la madurez actual, líneas de actuación como referencia en la hoja de ruta que estas organizaciones podrían seguir en su proceso de transformación digital.
Para la realización de este análisis, se ha promovido una encuesta digital entre las principales empresas y agrupaciones del sector, y se han conseguido un total de 40 respuestas, de las cuales un 68% pertenecen a la categoría Medicina y salud y un 33% (13) a la categoría Agroalimentación. El estudio responde a la ejecución del programa "TECH2BUSINESS/TRANSFORMA EMPRENDIMIENTO", en el marco del convenio de colaboración suscrito con la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), para 2021, cofinanciado por la Unión Europea a través del Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Comunitat Valenciana 2014-2020, con el objetivo de impulsar la transferencia de conocimiento y tecnología entre universidad-empresa y apoyar el emprendimiento innovador.
Las empresas del sector de la biotecnología englobadas en las categorías de agroalimentación y medicina y salud tienen un promedio de madurez digital del 56%
Con el objetivo de permitir la segmentación del análisis, la encuesta incluye preguntas enmarcadas en distintas categorías como el negocio, entendido como la estrategia y dirección de la compañía; la tecnología, que analiza las capacidades técnicas con las que cuenta la organización; y la cultura, que engloba el componente humano y de liderazgo de la empresa. Los resultados muestran que las empresas del sector de la biotecnología englobadas en las categorías de agroalimentación y medicina y salud tienen un promedio de madurez digital de un 56%. Analizando el detalle de cada una de las tres categorías principales de análisis, el documento recoge que el grado de madurez asciende al 53% en la categoría Negocio, al 54% en Tecnología y al 61% en Cultura.
Respecto a los dos sectores, el grado de madurez digital del ámbito agroalimentario alcanza un 59%, ligeramente superior al de medicina y salud, que obtiene un 54%. Entre las ligeras variaciones en los resultados obtenidos por ambas áreas, la más destacable corresponde a la diferencia en la categoría Negocio, donde las empresas del sector agroalimentario obtienen un 57%, frente a un 51% del sector medicina/salud, debido a que la mayor parte del sector se compone de microempresas (con menos de 10 empleados), que representan un 38% de las respuestas al estudio.
Dividiendo a las empresas por tamaño, las empresas pequeñas (entre 1 y 50 empleados) tienen en términos generales un grado de madurez digital inferior al de las empresas medianas/grandes (superior a 51 empleados). Sin embargo, analizando el detalle por cada categoría, las empresas medianas/grandes son más maduras en cuanto a las categorías de Negocio (59 medianas/grandes; 51 pequeñas) y Tecnología (64% medianas/grandes; 51% pequeñas), pero en Cultura existe una clara ventaja de las empresas pequeñas.
Una empresa pequeña es, dada su estructura, más ágil, en la que la colaboración y la comunicación, componentes críticos de una empresa digital, son mucho más fluidas que en una empresa con cierta envergadura
Las empresas medianas/grandes tienen un mayor recorrido e histórico en el mercado, lo que les permite disponer de una mejor definición de su estrategia de negocio con respecto a las pequeñas, que de manera habitual se encuentran en fases incipientes y de cambio continuo hasta hallar la estrategia adecuada. En tecnología, una empresa mediana/grande cuenta con un mayor grado de complejidad en sus procesos, lo que las motiva a adoptar nuevas herramientas tecnológicas. No obstante, las empresas medianas/grandes cuentan también con una mayor capacidad económica para la adopción de la tecnología, lo que se traduce en un factor limitante para las pequeñas. Respecto a la categoría de “Cultura”, una empresa pequeña es, dada su estructura, una empresa más ágil, en la que la colaboración y la comunicación, componentes críticos de una empresa digital, son mucho más fluidas que en una empresa con cierta envergadura, como es el caso de las empresas medianas/grandes, donde el crecimiento suele llevar a una compartimentalización de la organización al generar silos que dificultan dicha comunicación.
Sobre el criterio de antigüedad, las empresas adquieren un mayor grado de madurez digital a la vez que van madurando como negocios. Así, la madurez digital de una empresa de menos de 5 años es de un 43%, la de una empresa de entre 5 y 10 años representa un 58%, y la de una empresa de más de 10 años, un 67% de media. Esa misma relación lineal se aprecia en el análisis de las categorías Negocio, Tecnología y Cultura, aunque destacan las diferencias entre las empresas de menos de 5 años y las de entre 5 y 10 años, en las que se observa un grado de mejoría importante.
Autoevaluación versus realidad
La encuesta también incluye una autoevaluación de las empresas participantes con el fin de observar las posibles variaciones entre la percepción general sobre su madurez digital y la realidad de las respuestas a la encuesta. Las empresas medianas/grandes son las más optimistas respecto de su madurez digital, con una desviación total de un 7% de su percepción con respecto a la realidad. En la perspectiva por sector, el ámbito “Medicina/Salud” tiene la percepción de ser un 10% más maduro digitalmente que la realidad, y por el contrario, el sector agroalimentario se percibe a sí mismo un 10% por debajo del dato real arrojado por las encuestas. Sin embargo, si se atiende al factor de la antigüedad, las empresas de entre 5 y 10 años y las de más de 10 años tienen una percepción propia muy cercana a la realidad. No obstante, las empresas más jóvenes se consideran a sí mismas mucho más digitales que lo que muestran sus respuestas a la encuesta, y se perciben con un nivel de madurez digital de un 53%, cuando los resultados de la encuesta las colocan en el 43%.
Las empresas medianas/grandes son las más optimistas respecto de su madurez digital. Las empresas más jóvenes se consideran a sí mismas mucho más digitales que lo que muestran sus respuestas a la encuesta
El análisis recoge, además, el conocimiento y el enfoque de las empresas de la muestra en su transformación digital. El 50% afirma que la transformación digital supone algo puramente operativo, cuando la realidad es que se trata de un proceso estratégico y que afecta de pleno al negocio. En esta línea, el 50% de los encuestados reconoce que el objetivo de la transformación digital en su empresa es “automatizar al máximo mi empresa y mis relaciones con los clientes para lograr un mayor grado de eficiencia”, mientras que para un 25% corresponde a “digitalizar los procesos que hoy hacen de forma física para hacerlos con herramientas digitales y eliminar el papel”, y el 25% restante afirma que pretende “conseguir generar nuevos modelos de negocio con ayuda de la tecnología”. También destaca el hecho de que un 90% de las empresas afirmen tener una herramienta específica para la gestión de sus procesos operativos de laboratorio o similares.
En la implantación de tecnologías básicas en la organización, como son las herramientas de gestión de procesos (tipo ERP), herramientas de gestión de la relación con clientes (tipo CRM) o herramientas de gestión documental, el nivel de madurez de las empresas del sector de la tecnología es medio-bajo, de un 38%. El sector medicina/salud obtiene una puntuación del 38%, mientras que el sector agroalimentario el 43%, lo que deja ver que el camino que ambos sectores tienen por delante en materia de implantación de tecnología es de largo recorrido. Por tamaño, el nivel de madurez de las empresas medianas/grandes (59%) es muy superior al de las pequeñas, por lo que, a más antigüedad, mayor madurez tecnológica tiene la empresa con relación a las tecnologías básicas. Del total de la muestra, solo un 30% de las empresas dispone de un ERP (un 18% en el caso de las pequeñas empresas y un 75% de las grandes), y un 35% tiene una herramienta del tipo CRM (un 28% de las pequeñas, y un 62% de las medianas/grandes).
Adopción baja de tecnologías diferenciadoras
Una de las grandes ventajas de las nuevas tecnologías es la automatización de procesos, y en este punto un 35% de las empresas admite tener un grado bajo de automatización; un 30%, un grado suficiente, y el 35% restante, un grado medio o alto. En analítica de datos, solo un 50% de las empresas cuentan con un cuadro de mando analítico para la toma de decisiones. Con respecto al proceso de captación de datos para la generación de informes, un 62% de las empresas afirma que la extracción y carga de datos se realiza de forma manual, y solo un 18% afirma contar con datos en tiempo real.
El sector medicina/salud obtiene una puntuación del 38%, mientras que el sector agroalimentario el 43%, lo que deja ver que el camino que tienen por delante en materia de implantación de tecnología es de largo recorrido
En materia de tecnologías innovadoras y diferenciadoras, el grado de adopción de las empresas del sector de la biotecnología es relativamente bajo en la gran parte de estas herramientas, aunque destaca el uso del big data (45% de las empresas) o de la inteligencia artificial (25% de las empresas). Por sector, las empresas del ámbito medicina/salud tienen una adopción del big data un 10% superior a las del sector agroalimentario. La inteligencia artificial y la sensorización IoT (Internet of things) tienen hoy un calado muy superior (un 15% y un 11% más, respectivamente) en el sector medicina/salud en comparación con el sector agroalimentario, en el que la adopción es bastante baja. La adopción de la robótica en el sector agroalimentario, donde muchos procesos son susceptibles de automatización física, es muy superior (un 15%) a la adopción en el sector medicina/salud. El blockchain tiene un nivel de adopción bajo en ambos sectores, aunque en el sector agroalimentario es un 4% superior al sector medicina/salud.
Hoja de ruta: digitalizar, automatizar, dotar de inteligencia
Sobre la base del análisis de la encuesta, el informe ofrece una hoja de ruta para la transformación digital adaptada a las necesidades de las empresas biotech. Frente al concepto operativo de la transformación digital, alejado de la realidad estratégica, el documento propone como primer paso ampliar los conocimientos de sus empleados sobre la transformación digital y las oportunidades y las amenazas que genera para las compañías de su sector mediante programas de formación diseñados para la dirección, así como acciones de concienciación para el resto de los empleados.
Una vez la empresa sea capaz de generar un alto volumen de datos y de consumir datos externos, podrá plantearse el uso de tecnologías más avanzadas como la inteligencia artificial para desarrollar sus capacidades analíticas desde analizar el pasado a anticipar lo que puede llegar a ocurrir en el futuro y aportar recomendaciones y soluciones sobre las alternativas a escoger basándose en los escenarios que se plantean en la organización
Para las pequeñas empresas, la prioridad reside en la digitalización de los procesos transversales y corporativos de la organización, como la gestión comercial, de la facturación o de inventarios. Ante el reducido grado de adopción de herramientas de gestión tipo ERP/CRM, se tornan necesarias este tipo de soluciones antes de que el grado de complejidad de la organización se eleve, lo que requiere que las herramientas operativas de la organización estén conectadas entre sí tanto para conseguir una mayor eficiencia como la reducción de las discrepancias entre los datos y conseguir el objetivo de contar con datos únicos.
El siguiente paso corresponde a la automatización de los procesos administrativos reiterativos, mediante las capacidades que ofrecen muchas herramientas de forma nativa, o mediante la implantación de tecnología RPA (robotic process automation), y de la toma de decisiones, a través de cuadros de mando implantados en herramientas de business intelligence para analizar las principales áreas de la empresa (producción, finanzas, ventas, calidad). Una vez la empresa sea capaz de generar un alto volumen de datos y de consumir datos externos, podrá plantearse el uso de tecnologías más avanzadas, como es la inteligencia artificial, con el fin de desarrollar sus capacidades analíticas desde un modelo descriptivo (analizar el pasado) a modelos predictivos en los que la tecnología pueda anticipar lo que puede llegar a ocurrir en el futuro, y prescriptivos, en los que la IA pueda aportar recomendaciones y soluciones sobre qué alternativas escoger basándose en los diferentes escenarios que se plantean en la organización.