Financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), el proyecto pretende mejorar la resistencia y durabilidad de las protecciones portuarias incrementando la resistencia ultravioleta y la degradación térmica –principales responsables de la pérdida de propiedades–, así como las propiedades antiincrustantes de la biota marina (antifouling).
Desarrollar nuevos materiales para la fabricación de protecciones portuarias más sostenibles y resistentes a los impactos, a la acción de los organismos marinos y a la radiación UV alinea el proyecto con los objetivos marcados por el Comité Estratégico de Innovación Especializado (CEIE) en economía circular de la AVI, que apuesta por la fabricación de bienes y productos más sostenibles a través de soluciones innovadoras.
DUPROMAT es uno de los seis proyectos concedidos por la AVI 2020 en la convocatoria de proyectos estratégicos en cooperación en concurrencia competitiva, destinada a apoyar iniciativas de I+D+i de gran impacto y en las que colaboran diferentes agentes del sistema valenciano de innovación. El consorcio está formado por la empresa alicantina Durplastics –líder del proyecto–, el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) y el equipo de la Universitat de València dirigido por la microbióloga e investigadora en Biotecmed Belén Fouz.
En la actualidad, los investigadores y técnicos de las tres entidades trabajan en la mejora del polietileno de alta densidad mediante la incorporación de aditivos respetuosos con el medio ambiente y adaptados al reglamento europeo sobre biocidas. Los nuevos productos serán completamente reciclables y el 50% de las materias primas empleadas en la fabricación procederán de materiales previamente usados y tratados.
El grupo Patógenos en Acuicultura de Biotecmed, formado principalmente por científicas y científicos del Departamento de Microbiología y Ecología de la Universitat de València, aportará su experiencia en el desarrollo tanto de métodos de detección y/o seguimiento de poblaciones microbianas acuáticas (bacterias y algas) como de métodos de evaluación de la eficacia de biocidas, para evaluar las propiedades antifouling de los nuevos materiales.
Los resultados del proyecto se implementarán industrialmente y podrían aplicarse a la fabricación de otros productos del sector marítimo y náutico (sistemas de flotación, infraestructuras en piscifactorías, sistemas de ayuda a la navegación, pasarelas...) así como sustituir materiales metálicos en la fabricación de productos en contacto con ambientes corrosivos.
Entre 2020 y 2021, la AVI aportará al consorcio más de 425.000 euros de financiación.
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