Desarrollar una cultura proclive a la creatividad y la innovación, al tiempo que se invierte en educación e I+I, representa una cuestión estratégica de la que depende el futuro de cualquier organización o país. Con esta premisa, el Círculo de Estudios sobre Innovación, entidad con la que el Parc Científic de la Universitat de València colabora en la divulgación del pensamiento en torno a la innovación, celebró el 25 de enero su quinto debate como punto de encuentro para la reflexión sobre las fórmulas de mejora en el ámbito de la educación y la cultura de la innovación.
Por su enorme complejidad, la concepción y puesta en práctica de políticas formativas" capaces de favorecer una sociedad proclive a la innovación suscitó diversas líneas de discusión sobre cuestiones clave como los cambios educativos necesarios para promover la creatividad y la innovación entre los estudiantes, los cambios culturales para fomentar entre sus habitantes un espíritu favorable a la creatividad y la innovación; y los cambios en la manera de concebir y gestionar las organizaciones para potenciar su capacidad creativa e innovadora.
El encuentro, moderado por Ana Carrau, Vocal de la Junta Directiva del Círculo de Estudios sobre Innovación, se inició con la ponencia de José María Peiró, catedrático de Psicología Social y de las Organizaciones de la UV. Tras la disertación, intervinieron Jordi Juan, secretario autonómico de Innovación y Transformación Digital de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital; Juan José Borrás, director del Parc Científic de la Universitat de València (PCUV); Miguel Soler, secretario autonómico de Educación y Formación Profesional de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte; y Rafael Armero, consultor y coach en creatividad.
"En los parques científicos, la cultura de la innovación entronca con la interacción entre empresas muy diversas, fomentando la simbiosis para poder crecer y evolucionar", Juan José Borrás Almenar, director del PCUV
La adaptación del sistema educativo
Las crisis obligan a cambiar, aunque no deberían apartarse de los procesos de innovación a medio y largo plazo para atender sólo lo urgente, fue una de las reflexiones del debate, celebrado en el Taller d'Audiovisuals de la Universitat de València. Los especialistas apuntaron que las instituciones educativas han de adaptarse a los cambios acelerados que exigen los retos que ha de afrontar las sociedad, además de resultar fundamental que el sistema educativo permita desarrollar competencias basadas en conocimientos con las que afrontar los problemas de la sociedad, al tiempo que la evaluación de los resultados de la educación ha de basarse en el análisis de las competencias adquiridas y no tanto de los conocimientos aprendidos.
"Todavía muchas empresas no valoran el talento como competencia. Una empresa que no atraiga talento no podrá innovar sus procesos, productos o servicios. En los parques científicos, la cultura de la innovación entronca con la interacción entre empresas muy diversas, fomentando la simbiosis para poder crecer y evolucionar", destacó Borrás, director del PCUV, durante su intervención.
Una de las claves para aumentar la cultura innovadora, señalaron los ponentes del debate, reside en que las empresas y los organismos públicos sean agentes para la formación (para aprender haciendo) a fin de que sus trabajadores coinnoven, de la misma manera en la que la formación dual ha de impregnar todo el proceso formativo. Uno de los factores determinantes para que las organizaciones fidelicen a las personas con talento es brindarles oportunidades para desarrollarlo. Otro factor determinante es el rol de los líderes, que han de servir a las organizaciones para orientar, tratar y estimular a sus integrantes con justicia, además de reconocer la necesidad de que otras personas asuman el liderazgo o de compartirlo en equipo, concluyeron los expertos.
Formato completo del vídeo del quinto de debate del Círculo de Estudios sobre Innovación. Fuente: CEI