Durante décadas, los materiales fluorados, como el teflón y otras sustancias perfluoroalquiladas (PFAS), han sido casi imprescindibles en sectores como las industrias química, textil o electrónica, entre otras, gracias a su resistencia al calor, la fricción y los productos químicos. Sin embargo, esa estabilidad que los hizo tan valiosos también supone una amenaza ambiental persistente. Los llamados ‘contaminantes eternos’ son prácticamente imposibles de degradar y hoy se pueden detectar en el agua, los suelos y los organismos vivos de todo el planeta.
Un grupo de investigación liderado Taichi Araki y Norio Shibata, de la Universidad de Nagoya (Japón), ha conseguido romper los enlaces carbono-flúor —los más fuertes de la química orgánica— a temperatura ambiente, mediante un proceso simple, eficiente y sin necesidad de condiciones extremas. En el trabajo ha participado Jorge Escorihuela, profesor titular del Departamento de Química Orgánica e investigador del Instituto de Ciencia Molecular (ICMol), ubicado en el área científico académica del Parc Científic de la Universitat de València (PCUV).
El método se basa en una dispersión de sodio metálico, un reactivo que al entrar en contacto con los polímeros fluorados provoca su defluorinación completa y transforma el flúor contenido en los materiales en fluoruro de sodio (NaF), un compuesto estable y reciclable. El proceso no requiere calor adicional ni equipos especiales, y permite recuperar hasta el 97 % del flúor en forma de NaF. El equipo ha demostrado la eficacia de este método no sólo con teflón (PTFE), sino también con moléculas PFAS comunes –PFOA, PFNA, PFBS y TFA– conocidas por su persistencia ambiental.
"El trabajo representa un aporte valioso debido a su simplicidad y contribuye a la economía circular del flúor, abriendo nuevas vías para la recuperación de este elemento clave en la industria química", Jorge Escorihuela, científico del ICMol
La simplicidad del procedimiento —realizable incluso a temperatura ambiente— abre la puerta a nuevas estrategias industriales y medioambientales para el tratamiento de residuos fluorados. Según los autores, la técnica podría aplicarse a la gestión de residuos plásticos, así como a la descontaminación de suelos y aguas afectadas por PFAS. “Este hallazgo demuestra que la defluorinación eficiente puede lograrse sin condiciones extremas. Se trata de un paso importante hacia una química más sostenible”, comenta Norio Shibata.
"En los últimos años, diversos estudios científicos han evidenciado una evolución significativa en el campo de la destrucción de fluoropolímeros”, añade Jorge Escorihuela. “El trabajo representa un aporte valioso debido a su simplicidad y contribuye a la economía circular del flúor, abriendo nuevas vías para la recuperación de este elemento clave en la industria química", concluye el científico del ICMol.
Fuente: ICMol