Pilar Domingo
El Ministerio de Ciencia e Innovación, a través del Fondo Covid-19 del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), financia un estudio destinado a determinar la presencia de SARS-CoV-2 en muestras ambientales así como su potencial de transmisión indirecta. El proyecto está coordinado desde el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas, en el Parc Científic de la Universitat de València, y los resultados aportarán información valiosa para el manejo de la epidemia.
Dirigido por Pilar Domingo, investigadora de la Universitat de València en el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas I2SysBio (UV-CSIC), el trabajo analizará el potencial de transmisión del virus en las condiciones ambientales y sociales de España; investigará las plantas de tratamiento de aguas residuales, la liberación del virus por vía intestinal, así como su presencia y comportamiento en superficies comunes –plásticos, acero inoxidable o cristal, entre otros.
Aunque el SARS-CoV-2 y otros coronavirus se transmiten principalmente de forma directa entre individuos durante las fases epidémicas, la posible permanencia del virus en el ambiente tiene el potencial de originar nuevos brotes pese a los esfuerzos de mitigación desplegados. “Determinar la presencia del SARS-CoV-2 en el ambiente es fundamental para un adecuado control de la epidemia más allá de las acciones encaminadas a reducir la transmisión directa del virus”, explica Pilar Domingo. “Evaluar la potencial transmisión indirecta a través de superficies, aguas o alimentos será clave a la hora de tomar decisiones a corto plazo que ayuden al control del virus y minimicen el riesgo de aparición de nuevos brotes”, señala.
El grupo de Evolución Experimental de Virus del I2SysBio, que dirige el genetista Rafael Sanjuán y al que pertenece Pilar Domingo, prestará un servicio epidemiológico a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana, a través de la Dirección General del Agua y de la Empresa Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR), en materia de virología ambiental. Esta cooperación se concretará en breve mediante la firma de un convenio entre dicha conselleria y tres universidades públicas valencianas –Universitat de València, Universitat Jaume I y Universidad Miguel Hernández–, para llevar a cabo un programa de monitorización y detección precoz de la presencia de material genético del coronavirus SARS-CoV-2 en las aguas residuales de todo el territorio de la Comunitat Valenciana .
El proyecto subvencionado ahora por el Fondo COVID integra, además, a investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe de València, de la Fundació FISABIO y del CSIC.
Hasta la fecha, el Fondo COVID que gestiona el Instituto de Salud Carlos III ha aprobado 117 propuestas de investigación para la mejora del manejo del coronavirus, con una inversión de casi 22 millones de euros. Los proyectos inciden en la investigación de la respuesta inmunitaria, la biología, la epidemiología o las manifestaciones clínicas del virus, la búsqueda de posibles fármacos y desarrollo de vacunas, la estratificación de pacientes según el pronóstico de la enfermedad y la búsqueda de nuevas soluciones de salud pública para mejorar el control de la pandemia, entre otras cuestiones.
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