Jóvenes científicos diseñan una relación simbiótica artificial entre bacterias y gusanos que facilitaría la producción de bioplástico

30/10/2013

El proyecto está orientado a la mejora de los procesos biotecnológicos; se denomina WORMBOYS y será presentado por los estudiantes del equipo Valencia/Biocampus el próximo sábado en Lyon, en la fase europea del concurso de biología sintética iGEM 2013, promovido por el MIT. La investigación y participación del grupo han sido financiadas por la Universitat de València y la empresa Biópolis SL ubicada en el Parc Científic.

El equipo de estudiantes Valencia/Biocampus, liderados por el investigador del Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva de la Universitat de València Manel Porcar, han conseguido establecer una relación simbiótica artificial entre bacterias y gusanos, la cual mejoraría procesos biotecnológicos y facilitaría la producción de bioplástico. Y con este hallazgo, integrado al proyecto WORMBOYS, participarán en la fase europea del concurso de biología sintética iGEM 2013 el próximo 12 de octubre en Lyon. La competición International Genetically Engineered Machine (iGEM) fue impulsada por el Massachusetts Institute Technology (MIT) y actualmente consta de cuatro fases regionales y una final en Boston, en las que participan 200 equipos de todo el mundo.

El proyecto Valencia/Biocampus ha sido financiado por fondos públicos y privados de la Universitat de València y de Biópolis SL, empresa biotecnológica del Parc Científic de la Universitat de València, gracias a un convenio de colaboración firmado recientemente para la promoción de las vocaciones científicas. Además, también han apoyado la iniciativa el consorcio VLC/CAMPUS Valencia International Campus of Excellence, el proyecto europeo de biología sintética ST-Flow, liderado por el investigador de la Universitat de València Andrés Moya, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSE-UV), la Càtedra de Divulgació de la Ciència UCC+i de la Universitat de València y el Col•legi Mayor Rector Peset.

El proyecto WORMBOYS pretende combinar todo lo mejor de bacterias y gusanos con el objetivo de establecer una simbiosis artificial entre ellos, la cual pueda tener aplicaciones biotecnológicas. Porque, como explica Porcar, “las bacterias son capaces de un amplio abanico de aplicaciones biotecnológicas, pero tienen una movilidad muy reducida, mientras que los gusanos, como por ejemplo el nematodo Caenorhabditis elegans, no son empleados en biotecnología, pero son capaces de moverse a una velocidad remarcable”.

Los jóvenes investigadores han demostrado que unas bacterias modificadas genéticamente son capaces de formar un biofilm encima del gusano y moverse así velozmente sobre el nematodo (por ello el nombre ‘wormboys’, una analogía con cowboys). Por otro lado, también se han modificado las bacterias de las que el gusano se alimenta y que, mediante un mecanismo de interferencia de RNA, hacen que el gusano modifique su comportamiento y se agrupe con otros gusanos.
El equipo Valencia/Biocampus ha conseguido demostrar que es posible “’cabalgar’ encima de los gusanos y que las bacterias ‘wormboys’ se desplazan hacia lugares de interés, donde otras bacterias, al ser comidas por los gusanos, las forzarán a establecerse en grupos y permitirán a las bacterias ‘wormboys’ llevar a cabo una actividad biotecnológica de interés, en este caso, la producción de bioplástico”, argumenta Manel Porcar.

Web del proyecto:
http://2013.igem.org/Team:Valencia_Biocampus
Más información:
manuel.porcar@uv.es