El uso de metodologías ágiles en tu plan de innovación estratégico

27/09/2017

Las metodologías ágiles son una de las estrategias de mayor crecimiento para el fomento y consolidación de la innovación. 

La gestión de la innovación es la dirección y organización de los recursos con el fin de generar nuevos conocimientos o ideas tecnológicas para el desarrollo de nuevos productos. A nivel de empresa, muchas organizaciones o startups persiguen precisamente la aplicación de nuevas metodologías que permitan el desarrollo ágil de productos, procesos o servicios, y la mejora de los ya existentes. Para ellas, las metodologías ágiles son una de las estrategias de mayor crecimiento para el fomento y consolidación de la innovación. ¿Cuál es su origen? ¿Cómo se articulan dentro de un plan de innovación? ¿Cómo pueden ser más efectivas?

Las pymes españolas están poniendo el foco en la innovación como motor para la supervivencia, desarrollo y rentabilidad de su modelo de negocio. Aspectos como la recesión económica, la globalización o el surgimiento de nuevos competidores en países emergentes han alimentado esa necesidad hasta convertirla en un instrumento directivo de primer orden.

Por su parte, las administraciones públicas también han adoptado un papel destacado en el fomento y el apoyo de los procesos de innovación empresarial. De hecho, cada vez son más las ayudas o fondos que exigen a la empresa la creación de un Plan de innovación estratégico o tecnológico.

¿Qué son las metodologías ágiles y cuál es su origen?

Las metodologías ágiles reúnen distintas tácticas para el desarrollo rápido de proyectos que precisan rapidez y flexibilidad. Por esta razón, su adopción se fundamenta en la necesidad de dar una respuesta rápida a las exigencias de los mercados.

El origen del concepto metodología ‘Agile’ se remonta a la década de 1930, cuando el físico y estadístico Walter Shewhart, de Bell Labs comenzó a aplicar ciclos de mejora de productos y procesos (Plan-Do-Study-Act). A continuación, Shewhart enseñó esta metodología iterativa y de desarrollo incremental a W. Edwards Deming, quien la usó y popularizó en Japón en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Más adelante, Deming fue contratado por Toyota y entrenó a cientos de sus gerentes hasta desarrollar un modelo único de Lean Manufacturing, referente inspirador en el mundo de los negocios y la gestión de la innovación.

Siguiendo el curso de la historia, las metodologías ágiles han tenido gran aceptación  en la gestión de proyectos relacionados con software o IT, donde en los últimos 20 años se han desarrollado, probado y aplicado estrategias de innovación sistemática bajo el apellido ‘Agile’. Entre estas metodologías destacan: Scrum, Kanban, Lean Startups, Dev.Ops y Despliegue Continuo.

Véase Manifesto for Agile Software Development

En la actualidad, el concepto ha evolucionado hasta el punto de hablar de ‘Agile Innovation’, término que aboga por la idoneidad de la estrategia de metodologías ágiles como puente hacia la mejora de procesos de innovación en cualquier escenario industrial.

 

Las metodologías ágiles en proyectos de innovación tecnológica o científica

Uno de los aspectos más importantes y críticos de un Plan estratégico de innovación es que sea accionable. Su elaboración aspira a marcar las principales directrices en materia de I+D y debe ser lo suficientemente operativo para que pueda encajar en el día a día de la organización.

Un gran número de empresas cuentan con un Plan de negocio, pero muy pocas desarrollan un Plan de I+D o de innovación estratégica. Las que sí lo hacen atienden a un objetivo claro: construir un documento guía que ayude a afrontar nuevos proyectos con una visión innovadora y alineada con los objetivos empresariales.

Más información: Gestión de Proyectos de I+D+I y normativa

 

¿Qué estrategias hay detrás de un Plan de innovación estratégico?

Un Plan de innovación estratégico contiene una recopilación de innovaciones realizadas; una definición de innovaciones previstas; un análisis interno del trabajo realizado hasta el momento; decisiones estratégicas a corto y largo plazo, e información más operativa como responsables, inversión prevista, métricas o alianzas estratégicas.

Como se puede intuir, el Plan de innovación estratégico debe recoger aspectos organizativos y de gestión de proyectos con el objetivo de optimizar sus resultados. En este sentido, y tal y como apuntan Darrell K. Rigby, Jeff Sutherland e Hirotaka Takeuch en su artículo Embracing Agile, publicado en Harvard Business Review, la mayoría de las empresas operan en entornos altamente dinámicos; donde no solo se desarrollan nuevos proyectos o servicios, sino que también se innova en procesos funcionales. Pese a que existe esa necesidad, la mayoría de proyectos se asumen sin seguir una metodología rápida y eficaz, lo que pone freno a la innovación ágil.

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Para entender la aplicación de ‘Agile’ en planes de innovación o procesos de innovación de la empresa, los autores ya mencionados apuntan las siguientes consideraciones: 

1. Aplicar metodología Scrum

Se trata de una forma de trabajar que hace hincapié en la creación de equipos de trabajo creativos y multifuncionales para la resolución de problemas complejos. Para abordar una oportunidad, la organización forma y faculta a un equipo pequeño, generalmente de tres a nueve personas. Trabajan de forma independiente y disponen de las habilidades necesarias para completar sus tareas.

El propietario de la iniciativa o proyecto de innovación tiene un perfil más empresarial, de negocios, y es el responsable final de entregar valor al cliente y de coordinar a los principales interesados. Para la gestión del equipo, el propietario de la iniciativa no le dice a sus miembros quién debe hacer qué o cuánto tiempo debe llevar cada tarea. El equipo será responsable de crear una hoja de ruta simple, donde se dividan las tareas más complejas en pequeños módulos con tiempos muy definidos. A continuación, y gracias a la inteligencia colectiva, se construirán versiones de trabajo en bloques cortos (alrededor de un mes) conocidos como Sprints

¿Cuáles son las grandes ventajas de Scrum?

- El aumento de la productividad del equipo y la satisfacción de los empleados. La eliminación de reuniones redundantes, planificaciones repetitivas y documentación excesiva mejora el día a día en la empresa.
- El aumento de la satisfacción del cliente: las metodologías ágiles se adaptan mejor a los cambios de prioridades dentro de los proyectos, lo que permite introducir productos en el mercado de forma más rápida, efectiva y con menores riesgos. 

2. Entender donde no funcionan las metodologías ágiles dentro de la empresa

‘Agile’ no es apto para cualquier modelo o proceso empresarial. Su aplicación es menos efectiva en operaciones rutinarias como mantenimientos de plantas, compras o gestión contable. En cambio, es altamente valioso en muchas funciones relacionadas con desarrollos de productos: proyectos de marketing, desafíos de la cadena de suministro, asignación de recursos, etc. 

3. Introducir las metodologías ágiles de menos a más

No es conveniente introducir innovaciones de forma masiva en la organización. En la aplicación de estrategias ágiles para la empresa, se puede apostar, en primer lugar, por el departamento TI, donde los desarrolladores de software están más familiarizados con estos principios. Después, con la experiencia del proyecto piloto, se escalaría esta táctica a otros departamentos, donde algún miembro del equipo de software pueda actuar como formador dentro de la organización.   

4. Apoyar que los equipos de trabajo personalicen sus propias prácticas

La metodología ‘Agile’ apuesta por la creación de equipos más o menos autónomos que, fruto del trabajo continuo en diversos proyectos, puedan elaborar sus propias tácticas. Los equipos de trabajo o investigación estables tienden a ser más productivos.  

5. Asegurar que los equipos directivos conocen y aplican también este método de trabajo

Conviene mantener una comunicación óptima con la todas las partes implicadas en el proceso de trabajo. 

6. Evitar las amenazas que afectan al correcto desarrollo de la innovación ágil

- Todos los miembros de la organización deben trabajar sobre la misma línea de prioridades de la empresa, aunque no todos los equipos responsables de proyectos estén utilizando procesos ágiles.
- El surgimiento de nuevos proyectos no ha de desembocar en nuevas estructuras dentro de los equipos de trabajo, sino en un intercambio de roles.
- La toma de decisiones ha de estar centralizada en una única persona.
- La inteligencia colectiva está por encima de las competencias de cada miembro. Antes de sustituir a un individuo es necesario reflexionar si es posible redefinir sus funciones, por ejemplo.
- El liderazgo debe sustentarse sobre preguntas y no sobre órdenes.

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Referencias:

K. Rigby, D., Sutherland, J. y Takeuchi, H. (05, 2016). Embracing Agile. [Artículo en línea]. Obtenido de https://hbr.org/2016/05/embracing-agile

K. Rigby, D., Sutherland, J. y Takeuchi, H. (20,05,2016) The Secret History of Agile Innovation. [Artículo en línea]. Obtenido de https://hbr.org/2016/04/the-secret-history-of-agile-innovation

Denning. S, (23,07,2015). Agile: The World's Most Popular Innovation Engine [Artículo en línea]. Obtenido de https://www.forbes.com/sites/stevedenning/2015/07/23/the-worlds-most-popular-innovation-engine/

Repensadores.es (20,05,2015). Plan de innovación para empresas: un mapa de acción. [Artículo en línea]. Obtenido de http://repensadores.es/2015/03/plan-de-innovacion-para-empresas-una-mapa-de-accion/

Asociación de la Industria Navarra. (2008) Guía práctica. La gestión de la Innovación en 8 pasos. Obtenido de http://www.fundacionede.org/gestioninfo/docs/contenidos/_8pasosinnovacion_.pdf